Muchos artistas siguen investigando cómo crear sus obras con elementos naturales. Cambian las pinturas por plantas o flores y los pinceles por seres vivos. Nuevos materiales, nuevas tecnologías y nuevas técnicas que originan obras de arte irrepetibles. Es el caso de los dos ejemplos que os presentamos a continuación: en uno se usa hierba para hacer retratos y, en otro, se dirigen gusanos de seda para crear increíbles esculturas.

A medio camino entre el arte y la tecnología, un proyecto desarrollado por el MIT dirige, desde un ordenador, a miles de gusanos de seda para crear esculturas con imágenes abstractas en una estructura ligera. Ahora que tanto se habla de las impresoras 3D, en este caso, en vez de tinta, se usa hilo de seda, mientras que los escultores son los pequeños gusanos.

Los gusanos de seda cuentan con la ayuda de un potente ordenador, que calcula las rutas que deben seguir mediante algoritmos matemáticos. En realidad, los gusanos usan trayectos parecidos cuando crean sus propios capullos. El resultado del cálculo ha sido una enorme estructura formada por 26 polígonos de hilo, que sirve de base para que 6.500 gusanos vayan colocando su seda y creen la irrepetible escultura.

Retratos con hierba

Algo diferente, aunque también usando seres vivos, es el trabajo de los artistas británicos Heather Ackroyd y Dan Harvey, que llevan años usando plantas para crear sus obras. En la exposición titulada “Face to face”, organizada por la galería francesa Domaine de Chamarande, presentan retratos elaborados con césped.


La clave para conseguir representar las caras de los retratados con diferentes tonalidades se consigue proyectando luz a diferentes intensidades y tiempos sobre una pared oscura cubierta con hierba. Cuando quieren un tono más oscuro, proyectan más luz.

A lo largo de los años, han ido perfeccionando al técnica y el realismo de los retratos en estos minijardines es asombroso. Un aviso: hay que mirar los cuadros desde la distancia adecuada.